MÉRIDA (35 km, 30 minutos)
Mérida es el conjunto arqueológico de época romana más completo de España y uno de los más importantes del mundo. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacan entre otros monumentos el Teatro, que cada verano acoge el Festival de Teatro Clásico, el Anfiteatro, el Circo, el puente, uno de los más largos del mundo de esa época, los acueductos de Los Milagros y San Lázaro, el Templo de Diana, o las presas de Proserpina y Cornalvo, ésta última en el parque natural del mismo nombre.
Visita obligada al Museo Nacional de Arte Romano, un magnífico edificio obra de Rafael Moneo que expone una enorme colección en un recorrido muy didáctico. En sus sótanos se conservan visitables los restos arqueológicos que se encontraron en el solar.
CÁCERES (70 km, 45 minutos)
La parte antigua de Cáceres fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, por ser es uno de los conjuntos urbanos de la Edad Media y del Renacimiento más completos del mundo. Al adentrarse en el recinto amurallado de la ciudad vieja desde la Plaza Mayor, accediendo por el Arco de la Estrella, se puede hacer un viaje en el tiempo contemplando una magníficamente conservada muestra de arquitectura civil y religiosa de los siglos XIII al XVI, formada por palacios, casonas, iglesias y conventos, entre la que se pueden destacar la Concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas (Museo provincial de Cáceres), los palacios de los Golfines (de Arriba y Abajo), la Casa del Sol, la Torre de Bujaco, el barrio judío o el segundo mayor aljibe del mundo. También merecen una visita la Cueva de Maltravieso, uno de los primeros asentamientos humanos del Paleolítico Superior, las ruinas del primer asentamiento romano en el campamento de Cáceres el Viejo y las murallas árabes que delimitan el casco antiguo.
Cáceres también destaca por ser uno de los principales campus universitarios de la región, y por su dinámica vida cultural.
BADAJOZ (50 km, 40 minutos)
Badajoz, la ciudad más poblada de Extremadura (150.000 h.), tiene un interesante casco antiguo ubicado sobre una pequeña ladera junto al río Guadiana conocida como el Cerro de la Muela, que comprende todo el interior del recinto abaluartado de la ciudad, que hasta principios del siglo XX abarcaba toda la ciudad.
Especial interés monumental tienen la alcazaba árabe, la Torre de Espantaperros, la catedral, los baluartes, la Puerta de Palmas y el Puente de Palmas. Visita obligada merece la Plaza Alta, recientemente restaurada, núcleo matriz del cante flamenco extremeño, en la que se pueden encontrar numerosos bares de tapas y ocasionalmente también actuaciones musicales y diferentes actividades culturales.
ELVAS (Portugal, 60 km, 45 minutos)
Elvas es una ciudad de origen romano que cuenta con un importante patrimonio monumental, buena parte de él de carácter defensivo, por el importante papel que tuvo esta ciudad fronteriza en las frecuentes guerras entre Portugal y España. Merece la pena conocer sus siete bastiones y las fortalezas de Santa Luzia y Nossa Senhora da Graça. También son interesantes su catedral gótica tardía, el Acueducto de Amoreira, construido entre los siglos XV y XVI, y los museos Museo Nacional Militar, Museo Militar del Fuerte de Santa Luzia, Museo de Arte Contemporanea, Museo de Arte Sacra, Museo de Fotografia y Museo de Arqueología.
La gastronomía es un buen motivo para visitar Elvas. Cuenta con numerosos restaurantes especializados en marisco, muy frecuentados por los vecinos españoles de Badajoz y alrededores. Como en todo Portugal, también se puede degustar una magnífica oferta de pastelería.
MONTIJO (12,4 km, 10minutos)
Montijo es la población más próxima al Cortijo de La Serrana. Con 16.000 habitantes, cuenta con todo tipo de servicios.
La Parroquia de San Pedro Apóstol (XV-XVI) y el Convento de Santa Clara son los únicos monumentos históricos que se conservan, a pesar de que la localidad tiene probablemente origen romano, y por ella han pasado las culturas visigoda, árabe, cristiana y posteriores.
Merece la pena conocer la calle Santa Ana, prácticamente la única que conserva la fisonomía tradicional de las tradicionales casonas del pueblo. En ella encontraremos también el Convento de las Clarisas, donde se puede adquirir una gran variedad de exquisitos dulces artesanos.